cada palabra es una pequeña obra de arte,
como el rayo de luz que se cuela por la ventana,
haciendo que hasta el aire que respiramos
parezca lleno de mundos diminutos
que flotan de persiana en persiana,
la mesa es un espejo
donde se refleja el azul del cielo
confundido con un florero de añoranzas,
te espero sin perder la esperanza
de que un día con pasos sutiles
de gato pisando mañanas
tus ojos verdes se posarán
una vez más fijamente en mi cara
bañándome con la cadencia de tu mirada,
sé que tu mundo iba más allá
de las cosas cotidianas de la vida
abriendo puertas a otros mundos
que tu solo podías reconocer y andar,
no sé cómo pudiste luchar
contra todo el odio de un mundo sin sentido
sin dejar de amar lo que te era más querido
tu voz era como la poesía que suena ahora
en el café,
mientras espero tu llegada,
una taza de té de rosas y dos adelfas rojas
en un florero blanco te aguardan…
pasan los minutos, sé que el té se enfriará
y el delicado aroma a rosas seguirá
fluyendo por la estancia
buscando noticias de tu amor
más allá de este espacio interior,
donde dos frases de la canción me dicen
para qué me citaste
aún sin venir me hablas con tu voz dulce:
“This world was never meant
For one as beautiful as you”.
Este mundo jamás fue hecho
para alguien tan hermoso como tú…
Acabo mi té, me llevo tu amor
y tu canción que aún resuena
como gotas de roció que acarician
la hoja mañanera…
Ahora con la canción entiendo
que tu amor era más verdadero
que la lluvia que ahora desborda la calle…
y que “este mundo jamás fue hecho
para alguien tan hermoso como tú…”.
SOLO EL AMOR NOS SALVA, CON NUESTRAS BUENAS OBRAS HACEMOS QUE ESTE MUNDO SEA MAS HABITABLE