No creo

No creo en Blanca Nieves

y los siete enanitos

tampoco creo en las fábulas

del virus malo

y la vacuna buena

mucho menos creo

que dejando de respirar

con un trapo en la boca

elimine mágicamente

solo una microporción

del aire que nos rodea

no creo en los desodorantes

ni en las mujeres de silicona

no creo en las puertas

de las iglesias

ni en la belleza

de las reinas

que no reinan en nada

sino en la publicidad

y las ventas

no creo en los misterios

del tres en uno

ni en el condimento secreto

del pollo asado

no creo en el capitalismo

porque nos está exterminando

ni creo en el comunismo

porque nunca ha existido

no creo en la Virgen del Cuy

ni en las 11 mil vírgenes

tampoco creo en el cemento

ni en los cementerios

no creo en los misterios

ya sean gozosos o dolorosos

no creo en las sacristías

ni en los sacrilegios

no creo en los colegios

ni en las brujas de los cuentos

no creo en los acentos

ni en las lenguas muertas

no creo ni en las puertas

ni en las piernas abiertas

no creo en la filosofía

y mucho menos

en mi tía Sofía

que ya está muerta

no creo ni en la noche y el día

no creo en el encanto

de aquella bella melodía

no creo en lo que veo

y mucho menos

en lo que me invento

no creo en las noticias

y ni siquiera las leo

no creo en las enfermedades

ni en los virus

no creo en los psiquiatras

y demás adivinos

no creo en los senos postizos

de Susana

ni en las nalgas falsas

de Ana

no creo en el canto del cisne

ni en ningún otro chisme

no creo en las águilas negras

ni en los gallinazos

que las procrean

no creo ni en el jueves

ni en el viernes

mucho menos en el SIDA

y en el herpes

no creo en esta falsa democracia

ni en las naguas subidas

de Anastasia

no creo en los doctores

ni en sus píldoras de colores

no creo en medio mundo

y el otro medio

puede que no exista

no creo en la España racista

ni en su religión ni en su herencia fascista

no creo ni en los gringos ni en los cubanos

no creo que el vino sepa a vino

con carne de marrano

no creo en las buenas intenciones

ni en en los arrendadores

demonios disfrazados de buenos señores

no creo que la Tierra tenga dueño

aunque cada centímetro cuadrado

aparezca en un juzgado

valorado en dólares y pesos

no creo en los gobiernos

ni en los países

no creo en el infierno

ni en las meretrices

no creo en el jugo de guayaba

con sabor a fresa

no creo tampoco

en las medias nylon de la tía Teresa

en fin, no creo en nada

que yo no haya comprobado

que está errado

no creo en los yanquis en la Luna

ni que se pueda bailar zapateado

encima de una aceituna

no creo ni en los rusos ni en los chinos

mucho menos en los gringos

tampoco creo en la patasola

o en vestirme de blanco los domingos

no creo ni en la vida ni en la muerte

tampoco creo en la suerte

y mucho menos quisiera verte

en tu traje de Eva

luciendo orgullosa tu piel nueva

no creo el los”likes” de Facebook

ni en las fotos postizas

donde posan niñas en bola

con los gallinazos

lamiéndose sus cenizas.

Pero sí creo fervientemente

en la tía Lola

porque ella le dijo no al matrimonio

y vivió su vida feliz y sola…

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