Poco a poco me desvanezco
Como una pintura medieval
Desaparezco
Cada vez me parezco más
Al cuadro de ese viejo Cristo
Me desvisto
Tengo las llagas
Tatuadas en mi piel
Tres Mona Lisas
Y un marinero tuerto
Me cuelgo en una iglesia
Para la misa de cinco
La beatas se compadecen de mí
Me arrebatan
Me sacan de la Iglesia
Con grandes zancadas
Me llevan a una UCI
La sangre divina
Corre por camillas
Y pasillos
“¡Está resucitando!”
Grita una enfermera
“¡Vacunémoslo entes de que se muera!”
Exclama otra,
El médico de turno dice:
“Paciente terminal
Démosle morfina
Y que se muera en paz”.
Me escapo cambiando de pintura
Ya no soy cristo
Sino un albatroz gigante
Que sale volando por la ventana
“¡Milagro, milagro!”
Grita la señora de los tintos
“Aquí no ha pasado nada”,
Dice la enfermera encargada
No es para tanto
Tan solo era un indigente más
Que se creía el Espíritu Santo.
Me elevo en las alturas
Vuelvo al museo
De criaturas voladoras,
Rosadas y mudas
Los niños de una escuela
Acarician mis plumas.
Fue difícil ser Cristo,
Me iban a asesinar
Como hace dos mil años
Casi nadie quiere creer ya
En los milagros…