En este mundo que germina,
a la vuelta de la esquina
donde entre las rocas
una flor loca
se viste de pétalos
haciendo caso omiso
del cemento
que ahoga la tierra,
en este infinito
en la punta de una aguja
por donde enhebro el mundo
con un hilo de notas,
en esta canción remota
que cantan las estrellas
justamente por la llama
de una vela,
en este rincón sin esquina
donde habitan
las telarañas de mi vida
tratando de cazar algún sueño,
en este amanecer sin dueño
que a veces cuelga
del cielo o de mi cuello,
en este agujero diminuto
por el que caben
los más grandes ensueños,
en este espacio inmenso
pero tan pequeño
cuando lo acaricias con tu pelo,
entre dos atardeceres
y siete lunas
entre paredes de plumas,
contando lentamente
el paso de los siglos…
te espero