Damas y caballeros, Bienvenidos a esta charla. Aquí no solamente tocaré sino que además manosearé temas que a todos nos preocupan y que son de vital importancia para el desarrollo del país. ¿Se masturban las monjas? ¿Es el ser humano bisexual por naturaleza? ¿Se va a acabar el mundo un 31 de agosto de un año que no diré? La señora de la primera fila que juega nerviosamente con sus dedos, por favor no se me distraiga. Ya sé que la menopausia no es un delito, pero, ¿quién dijo que era buena educación ponerse tanto colorete en las mejillas para asistir a un discurso de entrada gratis y salida obligatoria? Mucha gente, por dárselas de culta, cita a grandes filósofos en sus discursos, yo, por dármelas de inculto, citaré al loro de mi tía Elvira, filósofo emplumado que no tenía pelos en el pico: “Por favor, no más mierda, Papacui quiere galleta”. Y continuando con el tema religioso, ahora que el Papa decretó que no existen ni el cielo ni el infierno y que seguramente tocará pasar a eternidad metidos en un bar o en un puteadero, los invito a todos a cogerse de las manos, reflexionar sobre sus pecados y cantar la Marsellesa. Una vez que todos ustedes se hayan conocido, quiero que insulten a la persona que está a su derecha, y que alaben a la que está a su izquierda. Aunque no lo crean, en el 90% de los casos, los productos que ustedes compran vienen adulterados, aunque el adulterio de por sí, no creo que sea pecado. Damas y caballeros, espero que este discurso haya contestado sus preguntas más sentidas acerca de la vida y de la muerte, o que en su defecto, depositen a la salida la donación que a bien tengan. Ahora, para empezar, quisiera citar a un famoso filósofo chino, cuyo nombre se me escapa cada vez que trato de agarrarlo y cuya máxima por el momento no me acuerdo, aunque, de todos modos, no iba ni a quitar ni añadir nada a este discurso. No se olviden que el tema de mi próxima charla aún no se ha definido, pero espero contar con su presencia porque seguramente aprenderán tanto o más de lo que aprendieron hoy, lo cual espero pongan en práctica de inmediato para gozar de una mejor vida.
