Una vez más
en el borde del camino
creyendo en la esperanza
sabiendo que hay algo más
más allá de la nostalgia
que este cuerpo
un día dejará de ser mi morada,
entonces le daré las gracias
por haberme albergado
por haberme ayudado a sentir
las cosas bellas de la vida,
el amor, la lluvia, el viento
las sonrisa de un hijo
las caricias de una madre
la sombra de un árbol
el calor del sol
la luz de la luna
tocando con su magia de plata
las plantas y las almas,
cuando ya me haya ido
veré todo desde la distancia
recordaré con cariño
el canto del sinsonte
los besos de la amada
tu mirada triste y dulce
desde tu última morada,
ya sé que solo somos pasajeros
en un pequeño pedazo
del espacio y el tiempo
y que nuestro cuerpo
está conectado
con todas las estrellas y los lirios,
nadie muere nunca
solo continúa otra existencia
en la siguiente parada del camino…