a todas las cosas fatuas de la vida,
renuncio a la vecina de la esquina,
renuncio al merengue con chocolate,
renuncio a la misa de siete,
también renuncio al ocho y al nueve,
renuncio a los días que llueve,
renuncio a mi tía Josefina
y de rabia renuncio al caldo de gallina
por ser sexista y carecer de vitaminas,
renuncio a la vacuna contra la pobreza
y a la cofradía de la Madre Teresa,
renuncio a las noticias, ciertas y falsas,
las únicas verdaderas son las que yo produzca,
así sean inventadas,
renuncio a la propiedad privada
a los bancos, a las iglesias y al estado,
renuncio a cualquier juego de dados,
renuncio a la junta directiva
de la sociedad protectora de hormigas,
renuncio a los coscorrones y a los malos modales,
renuncio a los políticos matones,
renuncio a los fraudes electorales
y de paso a las elecciones
(son simples sinónimos anónimos)
renuncio también a los mirones,
renuncio al chocolate sin queso,
renuncio a que me laven el cerebro
actores con sotanas, uniformes y batas blancas,
renuncio a los museos, a las cárceles y a los
cementerios,
renuncio al dinero y a las tarjetas de crédito,
renuncio al crimen organizado
por banqueros, iglesias y estados,
renuncio a la coliflor con salsa inglesa,
también renuncio a la Coca-Cola y a las hamburguesas,
renuncio a las roscas, roscones y empanadas,
también renuncio a las ballenas rosadas,
renuncio a todo lo que carezca de sentido,
renuncio a este mundo corrompido,
renuncio a competir con el de al lado,
renuncio a los 33 sabores de helado,
renuncio a todo lo que todavía no haya renunciado,
renuncio, renuncio y renuncio…
MUY BUENO Y RENUNCIA A LA VECINA DE AL LADO