De repente la lluvia
goterones como notas
de una orquesta del cielo
dibujan en la tierra
la forma de tu cuerpo,
van dejando en su canto
lágrimas de viento
batiendo entre las ramas
el deje de tu voz
con su dulce acento,
de repente el recuerdo
tu presencia amorosa
el latir de tus venas
tus mejillas de rosa
el canto del silencio
el mundo detenido
en un instante sin tiempo,
resonando tus pasos
respirando tu aliento
como si te hubieras quedado
para siempre en mi huerto…