Un día la encontraré
bañada en cenizas
o en blanca espuma
enredada en su propio laberinto
con la tela que ha tejido
de diez mil arañas
donde no hay entrada ni salida
pero, no importa lo que piense
perdimos la batalla del amor
cuando no habíamos desenfundado
la munición de ternura
que cargaba el corazón
ella se esfumará tras un espejo
mientras que yo me disfrazo de reflejo
nadie sabrá por qué desaparecimos
nadie se preguntará por qué vivimos…
Ella ella ya me olvido yo yo la recuerdo ahora como no recordarla si en cada primavera. Me gusto