Escribo con delirio
Con la cera derretida
De un cirio
Que me quema el alma
Escribo con la lava de un volcán
Que lava los pecados
De todos los falsos dioses
Infiltrados en libros, altares,
Papados y despapados
Escribo para rasgar
La piel de los incrédulos
Y que descubran el muerto
Que se les alojó adentro
Y que se los ha ido comiendo
Escribo para deshojar
La rosa de los vientos
Para que el cielo
Escriba en tempestades
Mis lamentos
Para que el mar se desborde
Y caiga sobre la luna
Y tengamos que emigrar
A probar fortuna
Como buscadores de estrellas
Escribo para olvidar todos los boleros
Y los tangos
Todos los amores amargos
Que me clavaron en la espalda
La pluma de la traición
De unos ojos color esmeralda
Escribo para despertar al vecindario,
Los gusanos, las hormigas,
Las monjas de clausura
Los osarios
Escribo para resucitar a los muertos
Y anunciarles a los vivos
Que he regresado de mi tour
Por el cielo y el infierno
Y que Dios y el Demonio
Hicieron las paces
Hace siglos
Y ahora yacen
Como enamorados en la misma cama
Escribo para destruir
Toda esta porquería
Que quieren hacer pasar por vida,
Pero principalmente escribo
Para que el sol salga mañana
Y mi jardín amanezca poblado
De margaritas salvajes
De aquellas que devoran
Corruptos y traidores
Presidentes y lugartenientes
Indeseables y dementes,
Son margaritas subversivas
Que acaban con lo viejo y obsoleto
Margaritas de ternura
Que me abrazan
Bajo la luz azulada de la luna
Escribo con delirio
Porque sé que en un siglo
No habrá quien lea estas palabras
Ni sepa cómo nos extinguimos,
Pero a pesar de todo,
Dejaré mis jeroglíficos
Escritos en alguna
Piedra del camino,
¡Vivimos y resistimos!