Yo sé que algunos cuantos locos
Andan sueltos
Se disfrazan de gente
Después de haber escapado
De manicomios y matrimonios
Se sientan a la mesa
Y se comen los manteles
Nos devoran con la mirada
A la vez que se tragan las servilletas
Y tocan la Marsellesa
Con un cuchillo y un vaso
Mientras hacen gárgaras de vino
Y pueblan el cielorraso
De gargajos y escupitazos
A primera vista
Hasta podrían parecer normales
Después de oírles contar
La misma historia
Por horas interminables
Vemos que se les rayó el disco del cerebro
Que giran a 78 revoluciones por minuto
Y con la guja rota
De repente lanzan una sonrisa
Entre beatífica y demoniaca
Se acarician la panza
Y se levantan de la mesa
Perseguidos por sus propias palabras
Salen lanzando maldiciones escaleras arriba
Y después nos atormentan con sus pasos
Que retumban
Como si hubieran comido caldo de herraduras
Finalmente, sueltan uno que otro relincho
Y se quedan dormidos
Soñando que son un cocodrilo
Que se apresta a devorarnos…
Este mundo esta lleno de locura la gente pierde la chaveta