Poema 65


Recorro las calles en penumbra

las nubes esconden los misterios del cielo

una anciana se abraza tras su perro

en la cortina descorrida

de alguna ventana

el peluquero corta el pelo

que flota como plumas en su corto vuelo

de una café se escapa la música estridente

del dueño acompañado por la noche sin clientes

se abre una ventana entre las nubes

la luna, llena de luz y de infinito

se escapa presurosa entre las sombras

en las bancas del parque

las comadres

comparten el día bajo las ramas de un árbol

un niño juega con su padre

su pelota ni es redonda ni es pelota

solo una botella plástica

a la vera de la vida

se abre una última ventana al cielo

las nubes caprichosas despejan la luna

tantos años esperando para ver esta noche

que no sabía siquiera que vendría

mis pasos se devuelven

sobre las huellas de otros miles de pasos

ninguno supo sobre qué huella caminaba

nadie sabía tampoco que este era el día

anunciado por el profeta de los eclipses

escrito con la pluma del tiempo

en el papel de lo incierto

“cada 65 años tendrás un deseo

nacer, morir o ver la luna en el cielo”,

esta noche escogí la luna

ya no estaré para pedir el tercer deseo…

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