llegaron hace 500 años
y siguen llegando por
lo mismo,
se llevan las entrañas de la tierra
donde reposan nuestros muertos
y según ellos
donde estaba escondido su oro,
unos llegaron en carabelas y caballos
otros en tanques y jets
los mismos hombres
con diferentes armas
Nos trajeron la espada y la cruz
una para matarnos por fuera,
la otra para matarnos por dentro
y lo lograron.
Es hora de recuperar
lo que perdimos,
somos hijos de las estrellas
nietos del viento y de la tierra,
es hora de volver a nuestras raíces
no nacimos para seguir de rodillas
ante sus dioses, sus bancos, sus vacunas, sus venenos,
el mundo que habitaban ellos
era un mundo yerto y perverso
el mismo que ahora están destruyendo
a su imagen y semejanza…