Recorro tus senderos prohibidos
Sediento me bebo tus caricias
En tus labios refresco
Esta sed de amor
Que me ahoga y que me envicia
Camino por tus playas y praderas
Me acuno a la sombra de un deseo
Me pierdo reflejado en tus pupilas
Marino sin puerto que quiere encallar
Entre tus besos…
Navego los ríos de tu cuerpo
Me bebo tus peces y tu risa
Me enredo entre tus piernas
Me trepo por la hiedra de tu pelo
Mi piel junto a tu piel se tornan una
Los dedos, las uñas, los deseos
Me hundo en el musgo de tu vientre
Y broto de tu piel como una fuente
Amanece sin haber anochecido
Despierto en ti
Sin siquiera haber dormido
Una hora contigo son mil días
Una noche a tu lado son mil vidas…