Recorro los caminos
que anduvieron los ancestros
veo cómo el agua que llora la montaña
traspasa las entrañas de la roca
y rueda por laderas milenarias,
la misma canción del agua
repetida hasta el infinito
sana la tierra y el alma,
desde una rama
un canto de pájaro acompaña
tocando su guitarra de plumas
en las cuerdas infinitas
de una gota de agua,
la nube pasajera
me atraviesa con su sombra
el universo se dilata
listo a parir
todos los misterios
que gestaba en el pétalo caído
de una rosa
en el vuelo de acertijo
de una mariposa
en el canto de una ballena
perforando una estrella
con el cincel de su melodía.
Sigo mi camino
como si no pasara nada
sabiendo que el mundo
de esta noche
ya no será mañana,
una vez que abra mi ventana
y eche a volar
todas las verdades
que no habían sido nunca reveladas…