Por nuestros muertos

Hay que seguir escribiendo

por nuestros muertos,

cuyos recuerdos fueron esparcidos

con sus cenizas por el viento

hay que seguir escribiendo

por aquellos

cuya única lápida

fue la marca de la bala

que llevaban clavada en el pecho,

hay que seguir escribiendo

por nuestros desaparecidos

que vagan como fantasmas

por cementerios que nunca fueron construidos,

hay que seguir escribiendo

para que este holocausto

sin nombre

no se pierda en los laberintos del olvido

ni se esfume en los recovecos de la memoria,

hay que seguir escribiendo

para que los victimarios

no sean los dueños de la historia,

hay que escribir para darle nombre, cara y corazón

a todos aquellos

que dejaron de ser y de existir

para que otros pudieran acumular

y pervertir,

es nuestro país,

es nuestra historia,

los vivos somos el testimonio de los muertos,

no somos un holocausto más

en el vendaval de holocaustos de la historia

lo nuestro tiene nombre, fecha y lugar,

Colombia, tierra nombrada por un genocida,

donde el genocidio es cosa de todos los días,

¡nunca más!

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