Se fueron sin decir palabra
como si nunca hubieran existido
una en las alas de la otra
como si sus propias alas
no conocieran el vuelo
Nunca volví a escuchar su canto
su voz perdida en la distancia
ya no tenía el trino de las aves
ni el canto de las aguas
pero seguía resonando en mi alma
Yo no existía para ella
aunque la recordaba cada día
era parte de mí
compartíamos hasta las huellas
que dejaban nuestras manos
y sonreíamos con la misma
mirada
Un día no muy lejano
ella se mirará al espejo
y verá en su reflejo
mis ojos en sus ojos
mis labios en sus labios
mi corazón en su mano…