Recoger el mundo
como un espejo quebrado
armar el rompecabezas de recuerdos
de corazón a corazón
al ritmo de un son
con la tonada dulce
de un saxofón
armar de nuevo la primavera
hoja a hoja, abeja a abeja
respirar sin bozal
abrazar, besar, sentir,
consentir, existir, resistir
derrotar la nueva anormalidad
a golpes de bondad
ser libres de nuevo,
rebelarse contra el nuevo orden
y contra el orden viejo
crear un mundo
que sea nuestro
nombrarlo otra vez
sin bien ni mal
sin cielo ni infierno
donde solo quepa
un infinito tierno
donde podamos amar
sin temor
y regalar nuestro ser
sin esperar nada a cambio
donde seamos uno solo
árbol, tierra, sol,
todos los seres vivientes
sin distinción de cola o de piel
ni de escamas ni de lanas
ni de color ni de sexo
donde los sexos
no sean opuestos
sino complementarios
como las letras
de un gran abecedario
con el que escribamos
te amo, te quiero,
me haces falta, te extraño…
recoger el mundo
y volver a armarlo
para amarlo,
cuidarlo,
respirarlo,
donde yo sea tú
y tú seas yo,
y donde nosotros
sea una aldea,
una idea,
una complicidad tierna,
armar de nuevo el infinito
con instantes eternos…