Todo el mundo anda
buscando una respuesta
a las preguntas más profundas
de la existencia:
¿Para qué vivo?
¿Hay vida después de la muerte?
¿Tomé la decisión equivocada?
En el universo no hay
caminos errados
hay caminos que nos llevan
a diferentes sitios,
personas que nos iluminan
o que nos dejan en la oscuridad,
pero hasta en la oscuridad
aprendemos a ver con los oídos
y a oler el aroma de flores
que todavía no han nacido.
La existencia no tiene sentido,
cada cual le da sentido a su existencia,
depende de nosotros
si el viento nos vuela el sombrero
o si nos acaricia con manos
de nube, de brisa, de pico nevado,
de campo florido o de desierto.
Para morir
hay que haber vivido
no todo lo que muere desaparece
el universo va más allá de los sentidos
no existen ni el cielo ni el infierno
las religiones se apropiaron
de los vivos y muertos
así como los médicos
asesinan las salud de los sanos
y acaban de matar a los enfermos,
el disco duro del universo
graba en sus entrañas
nuestros anhelos y deseos
nuestras alegrías y despechos,
nuestro ser y nuestra esencia,
¿cómo morir cuando tenemos
tanto para compartir
para amar
para sentir
para desear
para reír?
No importa el camino que tomemos
nunca nos equivocaremos
porque todos los caminos
conducen a donde verdaderamente
queríamos llegar,
a donde nos queríamos encontrar,
la vida es un hermoso misterio
y nuestra misión es vivirla intensamente
amarla con locura,
desearla con ternura,
descubrirla en toda su aventura
para finalmente saber
que nadie nos quitará nunca lo vivido.