La Luna deseada redonda jugosa como una guayaba madura cosechada de su cielo con aroma de rosa en celo con color de león tierno la Luna iluminada coqueta graciosa con su desnudez nocturna mostrando todos sus poros y como poeta misteriosa ocultando su lado oscuro la Luna lejana febril cadenciosa navegando en sus mares secos flotando en sus vientos quietos dándonos luz en su silencio alumbrando a vivos y muertos…
Óyeme, afuera esta lloviendo y hace frío, es de noche , ¡qué oscuro está! pero aquí adentro, amor mío ¡mi corazón calienta ya!
Cómo suspiro, no sé qué hacer, tu amor me corroe, invade mi ser, el viento sopla, turgente zafiro, capricho hermoso en blanco amanecer
Si la lluvia está cayendo, mi alma en amor inunda, mas mi corazón en penumbra no sabe llorar, ¿por qué?
Siento frío, también pena, ¿me consuelas?, ¡te consuelo! no estoy triste, tengo miedo, de llegarte a perder puedo, si no logro dominar esta pasión, este ensueño que me hizo enamorar de ti, de todo lo más bello ¡que lo bello supo dar!
Navego mar adentro de mis pensamientos Náufrago en mi propia isla de pasados sin presente Ausente me retiro a mi silencio acompañado tan solo del estruendo mañanero me calzo mis mejores ilusiones y salgo a recorrer el mundo desde dos ventanas rosadas por donde se cuela el cielo y por las cuatro calles donde como ríos se desliza el viento Regreso sin haberme marchado un gato me espía desde el balcón incierto de una rama esperando que el árbol leve sus anclas y se escape para siempre de azul en azul de parque en parque. Nunca sabré si ella todavía me ama, pero qué le hace siempre que el jilguero descubra con su pico la mañana…
agujas en la piel
sanando el alma
punzando el corazón
para que entre por ahí
el sol de la mañana
gotas de rocío
que resbalan
por los lagos inciertos
de una mirada
destellos de luna
saboreando el café
de madrugada
el espacio finito
del ser
se extiende
hasta la estrella
más lejana
somos cosmos
disfrazado de nostalgia…